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8.9.14

cuadros

i

Envejecer con la Tierra desde un lugar donde se pueda ver no como un punto, no como una línea sino en su total volumen. Para estar en el tiempo ya que no hablamos entre nosotros como se hacía anteriormente. Viene lo nuevo, a lo que no sabemos sumarnos. La corriente que arrastra ya pasó entre nosotros, se hizo el hielo y conforme se calentaba de nuevo la arena nos deslizamos con lentitud otro tanto. La corriente que arrastra vuelve a pasar ahora por un lado, centímetros apenas nos mantienen secos. No sabemos sumarnos al movimiento en común, varados en la frustración de llegar a ser uno a duras penas. Lo que quiero decir es que se debería pedir mucho menos de lo que hoy se pide y que se debería poder pedir mucho más, aún más.

ii

Esta es una respuesta. Lo que no vi fueron las imágenes de nubarrones cuando tú le medías el pulso, trozabas y comías pan de cristo. Mismo viaje, misma carretera: es la repetición que instruye. Son dos lados del teorema, si atraviesas la imagen la ilusión se descompone; si permaneces fuera ves todo en collage moviéndose en cuatro dimensiones. Es real. Por qué llevar el cuerpo a esos lugares en los que la mente, en incógnito, se aventura con miedo, con enfermedad. Lugares imposibles.


iii

Cierra círculos. Abre paradojas. Se abre una puerta: como antes. Quiero el color verde, el color esmeralda y que el sol llegue hasta el corazón de eso en cuadros, en pantallas, sin olvidar que en el centro del concreto una buganvilia ni que desde el techo estrellas, nubes, montañas. No somos optimistas con lo que sí y lo que no hacia el futuro.


iv

A salvo, en un lugar seguro donde el aire no tira las paredes. "No lo extraño". No extraño a lo. Otrora, otra persona. Decir entonces que no tenía corazón: decir ahora que no tenía corazón para mí. En lo demás fue suave, fue desliz. Y ella en mí como aquella. Direlo: que la primera vez que te vi quería colgarme de tu cabello y cuando pasabas frente a mí, me detenía tu perfume. Y que nunca soñé que yo te pediría un beso, ni que tú me lo dieras y que no me di cuenta nunca de que una parte de mí [lee las cartas, piensa en algo distinto]...

29.1.14

primero en morir (first lover to die)

 
I
El foráneo que venía de autoestop, se coló en el carro, forzó su entrada al camarote y pidió permiso para dormir. Apenas cerró los ojos, comenzó a resoplar sueños de persecuciones, sueños en los que él era un búfalo escapando, resoplando y escapándose del grupo. Tendría veinte de edad. Aún con que dormía, y resoplaba, daba ese aire exhausto de aparecido. Lo tuve que tocar y fue cuando le volvió el color, el cabello se movió (como flores que se percatan), los pies soltaron ese tufillo a tierra y té. Abrí la segunda cama. Desperté después que él. Nos saludamos en un tercer idioma, el sol relucía en su cabeza. Metimos las camas y desayunamos lado a lado. Tenía la piel rosa y olivo, la boca grande, el cabello miel y rizado. El tren se aproximaba a su destino, se veían los caminos, los niños, los tendidos, los perros. Se escuchaba todavía lejos el inspector del trenhotel cuando se despidió y salió. El papelito con mi dirección se le cayó antes de cruzar el pasillo por todo lo largo. Lo vi desde mi puerta y fui a recogerlo. Me preparé para el descenso.
II
Desayunamos lado a lado, sacamos una de las camas. Nos tocamos por debajo de la ropa, pedía que le chupara y mordiera el mentón. Tendría veinte o menos, en realidad. Entramos a la estación abrazados, con los audífonos puestos, las piernas muy juntas: calcetines celestes, calcetines blancos. Toda su piel se sentía tan nueva. Se fue y el calor de antes terminó de disiparse.
III
Tendría veinte o menos, en realidad. Se sentía tan nuevo, tan bien, aunque nunca habló de su huída. Mordía y tras verlo salir ya no encontré mi cartera.





27.12.12

El placer de juntar las piezas. De haber evitado, durante años, tener un centro (ella cree que puede decir: "haber vivido"). Feliz en su cuarto oscuro, mientras detrás de la pared, a plena luz, el diablo se frota las manos: un insecto se prepara para succionar. Atraído, atraído por la /idea/ de la sangre. Es un mosquito en problemas, que irá volando cada vez más bajo hasta terminar patas arriba en el suelo. Nadie lo notará. Será barrido el siguiente fin de semana. Como en las caricaturas, al abrir la puerta veremos un camino ondulante perderse en el horizonte de un valle muy verde (verde prismacolor). En la cajita de los colores, la bruja apretará la mirada, será más terrible esta vez. En el anverso, una princesa seguirá atrayendo a los niños a ese mundo de gatitos blancos en segunda dimensión (que al girar el soporte se tornarán negros y será de noche). Todo esto no lo había dicho antes porque estaba bajo reserva. Fue un secreto que guardé celosamente por no alarmar. Pero ya pueden salir a la calle con los pelos de punta (no al caminito blanco sobre la hoja de papel, sino al concreto gris, fracturado, lleno de pozos).
     Mientras tanto: ella cree que puede juntar las piezas, limar los bordes para que todo conecte y construir y colocar un centro híbrido, vivo. Puede, está en su derecho, creerlo. Y nosotros en nuestro derecho de apartarnos, hacer cita, vernos en un café, tomar una nieve mientras se hace de tarde. Pero, ciertamente, nuestra tarde es incómoda, la temperatura sube, el sol se mete por cualquier orificio, el humo de cigarro de los comensales junto a nosotros permanece en el ambiente, se acumula y densifica. Otra vez esta vieja discusión en done nadie gana, pero yo siempre te daré la razón, aunque no quieras tomarla. Aunque no te importe. Pido, únicamente, no me traiciones. No te conviertas en esto tú también. Queremos al de la mente en blanco, a la del infinito espacio dentro de sí. Quen no ha cercado su hábitat con definiciones en concepto. Quien se puede desdoblar permanentemente y: vive. A ti siempre te hablaré con la mayor sinceridad, anhelando que te encuentres del otro lado, me des la razón y me olvides. Pero, quién se apuntaría para este experimento, sólo espero nadie se apunte para otros experimentos, peores que este. Este cuando menos aspira a apelar a la libertad que todos tienen de apartarse del texto. ¡Sí! ese acto de desobediencia de no leer a los que escriben. Porque los que escriben ignoran el tipo de vida de los que no escriben. No saben que es el tipo de vida al que aspiran. Que ellos se procuran por medio del texto, lo que no pueden por medio de la vida....



27.10.12

Polocote

Entre los supervivientes a la inundación de 2010 está la plaga del polocote. Las flores amarillas habían tomado tanto las tierras del norte como las del sur del municipio en donde más se llenó del agua de la presa. Estaban ya casi un metro de altas y el gran riego las nutrió. Cobraron la estatura de un hombre pequeño. Entrelazando tallos y hojas resistieron de pie lo que duró el paso de la corriente. Alguien las vio cumplir todos sus procesos del día reflejadas sus cabezas y sus hojas más prominentes en el espejo de agua. Siguieron el curso del sol todo el día, desde el asomo de la luz hasta la puesta. Tomadas de las manos, con los ojos cerrados, imploraron al medio día. De noche meditaron, con la cabeza hundida en la oscuridad ondulante. Por la masa de agua no fluyó esa noche el golpe de las patas de caballo contra la tierra.

Me lo cuenta y dice: "este ciclo me sobrevivirá".

14.8.12

Una poética de lo no degradable. Que va perdiendo el color. Que va manchandose de smog (diagnósticos) hasta que todo se ve como lo mismo. De todo el día sin tomar agua y, por supuesto, de calorías vacías. Tere dice que ya no es el mismo sol de otros años. El dermatólogo, que me abre los poros y va matando las células de atrás. Mi mamá, que cambie los anticonceptivos por camas separadas. Yo digo que la lluvia ácida es la cereza del pastel y la contaminación (el polvito negro que no veo) se infiltra en cavidades y células. El veneno para cucarachas no es tóxico, causa deshidratación.
     Las ramas en los maceteros lucencomo todos los días pero les pones un dedo encima y se desmoronan. He tenidoque extraer raíces que el aire de la tarde pulveriza. Difícil penetrar latierra apretada, compacta, fina. Nada crece en la arena, arcilla que no brilla (cuando llega el agua, nace el hombre de ese mismo barro resentido).
     Por tales y otros motivos mi balcón no luce como los de al lado.Y es política de la CFE acabar con todo lo que extienda sus brazos al sol por encima del cableado.


13.8.12

pensando en...

una entrada discreta, mejor.

8.8.12

 En la primavera de 2011 los colores duraron un par de semanas, el resto fue calcinación y polvo.

17.4.12

Circa

Soñé que andabas circa el Cerro de La Silla. Con un disfraz de (pantunflas rosas, peluca rosa) que era bien cool. Nos vimos y bailaste para mí algo expresivo como Charlie Chaplin (Lohengrin): el objetivo era transmitir lo mudo. Dijimos esto acerca de ver pasar el tiempo sobre una, “sentirse parte de este mundo” como los árboles y las piedras...

21.3.12

Precisamente todos esos pensamientos me cruzaban como nube, mientras los ojos insistían en disimular que la conversación tuviera que irse por tantos vericuetos. La parte que se dejaba alzar. La parte que se aferraba al suelo. Ninguna de las dos. Ni el reverso. Momentos en los que sincerarse es más raro que ejecutar el ritual, miniritual, que al fin no es ilimitado. Yo tengo prisa porque me deje la nube... pero ella sabe su tiempo. ¿Y para qué es?

25.2.12

cicatriz

Luego te encontré en los ojos de tu hijo, él ya convertido en un hombre, buscándose la vida, apartado de ti. Estabas detrás de esas dos redondas luces verdes, los círculos con el infinito dentro que se contraían y expandían hasta enfocarme bien: mi cara. De la misma, exacta, manera en que mi cara es borrosa ante ti.
     Lo que me angustió es que se podía ver en sus facciones lo mal que te había tratado a ti la vida y todo...como si le hubieras heredado la cicatriz de tu rostro, arriba y abajo del ojo derecho...

12.1.12

Igual y porque soy muy cabezona no me entra esto de que siempre se escribe para un "otro". Más bien, con los años (los fallidos años) he llegado a estar segura de escribir tan sólo para inventar ese otro que falta. Y qué hay de los días, los interminables increíbles días en que en lo que se escribe, uno es el otro. Quizá tras lo que siempre andamos ese ese maravilloso "uno". En todo caso, no me lo pregunten a mí.

26.11.11

hablando de líneas

¿Lo dirán las líneas, los giros, los nuditos, los hilos de colores, los torcidos, los puntos, los remolinos...? Desperté con sílabas de otro idioma patinando en las rampas de mi mente y mi primer reacción fue asomarme a ver si llovía. Alguien quitó del escenario ramas de árboles y pájaros, por lo que últimamente he perdido cierto amor por las ventanas. No, no mi amor completo. Recuerdo alguna vez habernos dado un beso con los ojos, párpado contra párpado. Recuerdo otra vez haber visto muy de cerca tu pupíla viéndome. Recuerdo, en otra vida, ver que tus pupilas temblaban de pura contención. No sé si me veían a mí, no creo. Recuerdo... ¡pero si hoy no era día para recordar!

Manos, flecos, sienes, perfiles, caricias raras... imaginando lo que se sentía. El deseo no puede ser ese helado que encuentras al fondo del congelador, olvidado ahí el verano pasado. No, señora, el deseo es otra cosa, opera siempre bajo un seudónimo porque no está al servicio de nada. Y hay días enteros, medianoches detenidas, tardes ínfimas en que has sentido ganas de orinar, unas ganas maravillosas, las más típicas, pero tan superiores a eso que tú llamas amor.

23.11.11

después de tarde

Había tanto que entender. Y sólo después de años (pero de verdad te estoy hablando de una vida completa después), y ÚNICAMENTE porque se acercaba el final, comenzaste con las preguntas. Dolió mucho. Fue como verte llegar con una retroexcavadora a sacar la tierra de mi pecho porque querías ir muy hondo. No se escondía la verdad en lo más profundo; "la verdad" me había transformado por completo. Las respuestas que te hubiera encantado encontrar habían mutado bastantes veces, lo habían hecho tratando de sostenerse en el ambiente porque estaban ahí y nunca las tomabas. Estaban ahí y tú todavía ni soñabas con un día tener listas las preguntas. Una cosa es darse cuenta de que llegas tarde mucho tiempo después del punto exacto a partir del cual ya es verdaderamente tarde... pero lo tuyo fue: nunca llegar. ¡Y después hacerlo! Como el milagro que nos iba a salvar y llega cuando ya son tierra nuevamente nuestros huesos. Ni siquiera hay quien sea testigo del hecho. Cómo explicarte. ¡Cómo explicarte lo tarde que fue!

17.11.11

¿En qué lugar del tiempo va extendiéndose
la bruma que me envuelve? El antes es después,
lo que pasó no ha sido, lo que aún 
ha de venir acaso está ocurriendo.
¿Quién soy? ¿Quién desde dentro de mí me desconoce?
¿Fui niño un día, o fabulé una historia
que en los malos momentos a vivir me ayudara?
 Eloy Sánchez Rosillo, La vida [Fragmento]

Extraño recorrido es cruzar la selva de lo que fue, es, será. Interactuar con mi memoria de ti como en el sueño. En el sueño y en mi recuerdo te tengo por completo y tú sólo tienes de mi la parte que siempre hizo un entero del fragmento. Para decir, a la mañana siguiente, que no era yo, y años después, que siempre estuve. Sólo nos completamos en el recuerdo, fracciones cuya suma excede el total. Y qué. No estoy peleada con eso. Hoy querría decepcionarte otra vez. Dejarte morir otra vez, como a las plantas que dejé de cuidar quizá porque espero de ellas una lección de vida. ¡Espero de ellas que vivan, que vivan a pesar de mi, y si no, el reclamo! Hoy, a la distancia, me hablas de amor, amor como el que yo no conozco, no sé por qué. Siempre he pedido más amor del que he sentido, no sé por qué hago eso. Luego hay noches, ratos en que se desata una manía y tengo como un amor que se parece al hambre, se parece al instinto. Precisamente cuando todos duermen soy como el lobo que tiene hambre de niños. En cada uno de nosotros el lobo es esa parte que dice: no quiero nada del amor si no es un crimen, si no soy uno de los dos en ese crimen.

23.10.11

Con ganas de grabar un disco que sea todo falda a cuadros, cuellos de tortuga, medias, boinas, y flequillo, todo timbre de bicicleta, guitarra de cuerdas desarregladas, tal vez una harmónica, sobre todo un organillo metálico con fotos de distintos inviernos, un paseo a caballo por la sierra, el sol, los lentes para el sol (de otoño), varios libros de poemas, árboles muertos, casas muertas, ¡un perrito! la voz de un fantasma y bajo con pedal. Un disco que sea una promesa para volver a la playa el próximo verano y filmar ahora sí el video...

3.10.11

Los melancólicos que siguen suspirando aún debajo del ciano. Y tú y yo caminando sobre sus ropas, esquivando las burbujas de aire (es el único modo de atravesar). Me queda claro que en el infierno es imposible arrepentirse. ¿Es posible acostumbrarse? Me fui a dormir tratando de hallar el momento de mi vida que me habrá condenado. Yo también, en el mediodía de mi vida, quiero cruzar la oscura selva (para lo cual debería inventarme un paraíso, un dios).

7.9.11

Todos los estados son mis estados, aún donde nada surge hay un continuo (pretende que lo hay).

3.9.11

¡Maratón!

Viene lo malo, lo que no se presenta con aspecto de malicia, donde no hay agravio. ¡Lleva días prendido de mí un diablo en la espalda, pesado, rompiéndome el cuello! Lo decía mi horóscopo, ok. No hice caso, no sabía que de lo que se trataba era evitarlo.

13.8.11

Pobres de los hijos porque son los fantasmas que persiguen a los padres, la encarnación eventual de sus sueños, temores e histerias. La familia es el pequeño mundo en el que hombres y mujeres se aprisionan para vivir una pequeña derrota terminal.