12.1.12

Igual y porque soy muy cabezona no me entra esto de que siempre se escribe para un "otro". Más bien, con los años (los fallidos años) he llegado a estar segura de escribir tan sólo para inventar ese otro que falta. Y qué hay de los días, los interminables increíbles días en que en lo que se escribe, uno es el otro. Quizá tras lo que siempre andamos ese ese maravilloso "uno". En todo caso, no me lo pregunten a mí.

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