10.5.11

el diablo

En la luz verdosa del hospital leo las últimas páginas de  Abaddon, el exterminador (necesitaba algo a la altura de mi angustia). No entiendo a qué hora tanta gente leyó a Sábato, si el mundo parece que es un mundo sin él. En el piso siete, en la cama 4, paso las noches sin horas de las enfermeras. Y aprendo la lección: es diabólico que nuestro corazón y nuestra mente no estén donde se encuentran los que nos necesitan. Y una clave me es revelada: las tantas formas de evadirse nos ocasionan este sufrimiento. Miro buena parte de la ciudad. Hasta mi auricular llegan claras las señales de radio. Dormir es una aventura pausada. El sueño de una noche es una novela de 400 páginas.

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire