28.12.15

Yo tuve sueños, no pesadillas, sueños musicales, sueños de preguntas transparentes, sueños de aviones esbeltos y seguros que cruzaban Latinoamérica de punta a punta por un brillante y frío cielo azul. Yo desperté aterida y con un hambre de los mil demonios. Yo miré por la ventana, por el ventanuco de los lavabos y vi la mañana de un nuevo día en trozos de campus como en trozos de puzzle. Yo me dediqué aquella primera mañana a llorar y dar gracias a los ángeles del cielo de que no hubieran cortado el agua.

-R.B., Los detectives salvajes

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